sábado, 17 de mayo de 2014

Un tronco de olivo.

Como ya he contado anteriormente, de la leña de olivo que me traen todos los años, suelo seleccionar algunos troncos. Habréis visto que he hecho varios objetos, pero este es bastante singular.

Era una simple rodaja de madera, perfectamente cortada y con un grueso de unos 5 cm de grueso por unos 28 cm de diámetro. Mi idea era hacer una simple tabla de cocina, para cortar la carne el pescado etc. Pero su final ha sido muy distinto.

En general la rodaja era bastante redondeada, a lo que acostumbra los troncos de olivo.  Le sobresalía un pico y decidí cortarlo para hacer una base en el costado, y poder dejarlo de pie en la cocina. La he pulido y lijado de forma iregular, me gusta dejar algunas imperfecciones, y se le ha impregnado solo con aceite de oliva, quedando un color bastante natural.

Hace unas semanas nuestros amigos Quique y Blanca de Sevilla, vinieron a visitarnos y le regalamos este tronco como recuerdo. Le dije que lo utilizaran como tabla de cocina, pero a los pocos días me enviaron estas fotos diciendo que el tronco formaría parte de la decoración del salón de su casa.