Hace unos meses encontré un motor eléctrico de una vieja máquina. Decidí restaurarlo y hacerme con él un torno para madera.
Desmonté el motor por completo que estaba lleno de herrumbre y óxido, lo limpié, cambié los cojinetes que estaban gripados y lo eché a andar.
Una vez arreglado, con unos hierros y unos tacos de madera le construí una bancada para colocarlo encima del banco de trabajo.
Al mismo tiempo hice un soporte bien rígido para apoyar los formones que irán dando forma a las piezas de madera que hay que tornear.
Al mismo tiempo hice un soporte bien rígido para apoyar los formones que irán dando forma a las piezas de madera que hay que tornear.
Por último tuve que encargar una pieza desmontable de metal para acoplar al eje del torno y fijar la madera que vamos a tornear.
El torno me sirve para dar forma a pequeñas y medianas piezas de madera, suficiente para hacer muchos objetos útiles y decorativos que os iré mostrando poco a poco.
Suelo utilizar madera de olivo que es muy bonita y bastante dura, dando así unos resultados espectaculares a las piezas.
Una vez lijado y terminado me gusta un acabado de madera natural. Solo dándole con aceite de oliva su aspecto es el siguiente: