Hacer una lámpara no es un trabajo complicado, lo que no es fácil es encontrar un tronco adecuado para llevarlo acabo.
Hace tiempo que estaba detrás de hacer una lámpara, para
regalar a una amiga que se merece esto y mucho más, pero hasta que no encontré
el tronco ideal no me fué posible..
No puedo evitar llegar a casa de algún amigo, que tiene
chimenea, y mirar de reojo entre los troncos de olivo que tienen apilados como leña y pedirles alguno que merzca la pena.
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Es mucho mejor buscar un tronco que esté totalmente seco
ya que será más fácil retirar la corteza que es lo primero que tendremos que
hacer.
Hay que asegurarse que no tenga polillas, ni cualquier
insecto que podamos luego meter en casa, por lo cual lo que hay que hacer antes de nada es rociar el tronco por todas sus rajas y oquedades con un insecticida y
un antipolillas.
Para retirar la corteza que por cierto, está bastante
despegada debido a la antigüedad del tronco, utilizaremos unos formones y una
maza.
Comenzamos a meter el formón entre la corteza y el tronco e
intentaremos despegarla lo mejor posible, solo haciendo palanca, evitando hacer
marcas profundas en el tronco.
Cuando ya no podamos retirar más corteza de esta manera,
empezaremos a separarla con el formón, ayudàndonos con la maza.
Una vez que retiremos toda la corteza que podamos con el
formón, pasaremos a nivelar el brazo del tronco para que cuando coloquemos el portalámpara
no quede torcido.
Con un nivel a modo de regla marcamos una línea por donde
realizaremos un corte, dejando el tronco listo para pulir y limpiar todo el
resto de corteza y suciedad que pueda tener el tronco
En las zonas donde es complicado meter el disco de pulir,
podemos utilizar un cepillo de alambre y quitar los trozos de corteza más
profundos que quedan en muchos huecos del tronco.
Comenzamos a quitar con la pulidora toda la corteza más fina,
que es la que queda pegada al tronco y resulta muy difícil quitarla con el formón.
También pulimos todos los trozos de madera sin corteza que están
ennegrecidos por el sol, el agua y el paso del tiempo.
Una vez
totalmente limpio y nivelado el tronco, con una larga broca de 10mm de diámetro
y unos 40 cm
de larga realizamos unos de los trabajos más delicados, que es perforar el tronco,
para, a continuación pasar el cable eléctrico.
Hay que
tener mucho cuidado, sujetar bien el tronco para que podamos alinear la broca
con la inclinación justa , y obtener el resultado que deseamos. Un
orificio de salida y entrada.
En otras lámparas
con brazos más retorcidos, he tenido que hacer un agujero de entrada y otro de
salida con ángulos distintos y encontrarse en un punto medio.
Limpiamos
muy bien todos los restos de polvo y serrín que pueda tener el tronco, y si
fuera necesario, pulimos o lijamos cualquier imperfección que notemos, dejando
definitivamente la madera a nuestro gusto.
A
continuación, aplicamos con una brocha pequeña una capa de aceite de linaza.
Este tipo de aceite da un color verdaderamente natural a la madera, quedando un
aspecto parecido al de la “madera mojada”.
Es recomendable para interiores, y
posiblemente tengamos que aplicar otra mano pasadas unas semanas, por que la
madera seca lo absorbe mucho, dejando en algunas zonas un aspecto descolorido.
Recién
aplicado da un aspecto muy brillante, pero conforme pasa el tiempo la madera lo
absorbe y deja un tono muy natural.
Ulitlizamos un cable de instalación con interruptor, tipo universal ,de unos 2 m de largo. Los hay de varios colores. Tambièn un portalámparas del modelo adecuado al tamaño de la lámpara. Hemos elegido un casquillo tipo E27
Introducimos
el trozo de varilla roscada hueca que trae el portalámparas en el agujero de
salida del cable ,y si fuera necesario, lo reforzamos con pegamento, dejándo
un trozo fuera lo suficientemente largo como para enroscar el portalámpara y
que quede bien firme.
Una vez
seco pasamos el cable de abajo hacia arriba. Conectamos el portalámparas
y lo enroscamos.
Para
finalizar colocamos la tulipa, la bombilla, y este es el resultado.
El color brillante del tronco deseparecerá pasados unos dias cuando la madera termine de absorber el aceite y se seque definitivamente.