Como ya he contado anteriormente, de la leña de olivo que me traen todos los
años, suelo seleccionar algunos troncos. Habréis visto que he hecho varios
objetos, pero este es bastante singular.
Era una simple rodaja de madera, perfectamente cortada y con un grueso de
unos 5 cm de grueso por unos 28 cm
de diámetro. Mi idea era hacer una simple tabla de cocina, para cortar la carne
el pescado etc. Pero su final ha sido muy distinto.
En general la rodaja era bastante redondeada, a lo que acostumbra los
troncos de olivo. Le sobresalía un pico y decidí cortarlo para hacer una
base en el costado, y poder dejarlo de pie en la cocina. La he pulido y lijado de forma iregular, me gusta dejar algunas imperfecciones, y se le ha
impregnado solo con aceite de oliva, quedando un color bastante natural.
Hace unas semanas nuestros amigos Quique y Blanca de Sevilla, vinieron a
visitarnos y le regalamos este tronco como recuerdo. Le dije que lo utilizaran
como tabla de cocina, pero a los pocos días me enviaron estas fotos diciendo
que el tronco formaría parte de la decoración del salón de su casa.