Como siempre digo, para cada cosa que hago necesito una
madera adecuada. En esta ocasión he decidido hacer un costurero que viene
muy bien como regalo en estas fechas. De los restos de un armario de madera
maciza que reutilicé, me venían muy bien para hacer este costurero, ya que el
grosor y el color de la misma es bastante adecuada para este objeto.
Para poder levantar la tapa del costurero, he utilizado un viejo sello de caucho de madera. He cortado la parte superior de mango y la he colocado en el centro de la tapa del costurero, quedando así una pequeña asa redonda para poder abrirla. Para retirar los restos del barniz, he lijado bien la pieza.
El acabado lo he hecho con cera nogal, aguarrás y betún de Judea.
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