Como
siempre os comento, hay muchas cosas que merecen una segunda oportunidad y se
pueden volver a aprovechar.
Un amigo de
mi padre, encontró en un contenedor un viejo mueble. Dado el buen estado y la calidad
del mismo, decidió llevárselo y restaurarlo.
Entre los
desperfectos que presentaba, le faltaba un tirador de madera.
Como no
conocía a nadie que pudiera hacerle uno, y no son fáciles de
encontrar, le dijo a mi padre que si yo podía hacerle uno igual.
No tengo
las herramientas adecuadas, y el torno no tiene un segundo punto de fijación lateral para
tornear las piezas con más precisión, aun así he decidido intentarlo.
Mi padre me ha preparado un dibujo con las medidas en milímetros del tirador y me he puesto manos a la obra.
Como el dibujo no está a escala, no me hacia una idea de lo pequeño que era hasta que
con un calibre empecé a medir la madera de donde sacar la pieza. Eso añadía mucha más
dificultad al trabajo, por que no tengo formones tan pequeños para dar forma
tan precisa a las piezas pequeñas
El grueso máximo
del tirador es de 28 mm.
Buscando una madera de donde sacar la pieza, encontré el trozo de mango de una
herramienta de jardín, que he utilizado para hacer muchas otras cosas, y daba una
medida de 29 mm
de grueso, ideal para tornear ya que es perfectamente cilíndrico.
Una vez
cortada la pieza que necesitaba, centrada y atornillada, para sacar el tirador, empecé a medir y sacar las cotas para darle la forma
adecuada.
He
preferido no lijarlo y pulirlo del todo, con el fin de dejar un aspecto usado y
envejecido con respecto al resto del mueble. Este ha sido el resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario