La librería que tenemos ya se había quedado pequeña y necesitaba ampliarla. Con dos tablones de encofrar de 2.5 m de largo por 9cm de ancho y 2.5cm de grueso que me sobraron de un trabajo, los he unido para hacer una balda del 207cm X 17 cm de ancho.
Una vez encolado por los cantos y unidos con unos gatos de carpintero, he dejado que se secaran y posteriormente los he pulido y envejecido quedando como un tablón de una pieza. Los he pintado con nogalina y después he aplicado cera nogal que da un aspecto muy rustico y antiguo. Los soportes los saqué de un recorte de tablón de 5 cm de grosor y he aprovechado parte de ese taco para sacar el sujetalibros de la derecha.
Este ha sido el resultado.
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